martes, 2 de junio de 2009

CUANDO LA RACIONALIDAD SE IMPONE A LAS IDEAS....

....deberíamos reflexionar todos.

Uno de los factores principales de la teoría política internacional es el factor ideológico. En la constante lucha por imponer las ideas, los estadistas internacionales olvidan la racionalidad fomentando debates ideológicos manipulados con propaganda, mensajes o acudiendo al amparo del "interés nacional". Es un hecho probado y consumado que, con el paso del tiempo, estas acciones quedan al descubierto por el desarrollo de los acontecimientos, cuando ya es demasiado tarde para rectificar o proponer una solución diferente sin ocasionar grandes problemas políticos, estructurales y en ocasiones, diplomáticos.

Todo esto, desemboca en el cambio de percepción entre lo que es bueno y no lo es para un Estado. El criterio calificatorio de la sociedad está adulterado, considerandose una derrota renunciar a los principios ideólogicos aunque esto signifique realizar una acción positiva por el bien del país. El último ejemplo nos lo ha dejado EEUU.

La administración que preside Barack Obama acaba de intervenir la multinacional de la industria del motor, General Motors, adquiriendo un paquete accionarial del 60%, obteniendo el control mayoritario y, por tanto, la dirección de la compañía. Esto ha acarreado al 44º presidente estadounidense críticas desde el Partido Republicano, de algunos miembros de su partido, e incluso de actores internacionales, principalmente la extrema izquierda, que ve en esta acción la derrota y el fín del sistema capitalista, acudiendo a la definición de dicho sistema, donde los americanos procesan un NO rotundo al intervencionismo. Esto es lo que más críticas ha provocado en EEUU; acusan de hipócrita al Presidente Obama por intervenir una empresa, sin tener en cuenta que ha dejado de lado facotres ideológicos para buscar el bien para todo el país, haciendo gala de una racionalidad que escasamente hace presencia en política,

La General Motors es, junto con Ford, el gran motor de la industria del automovil en EEUU. Factura 192.600 millones al año, de los que 97.800 millones, provienen de las exportaciones, acaparando un porcentaje muy alto del total de las exportaciones norteamericanas, y tiene en nómina 326.999 trabajadores en todo el mundo. Analizando estas cifras, sobra decir que en el caso de que Obama hubiese permitido la quiebra total de esta compañía, el colapso financiero a nivel mundial, y más en el contexto económico actual, supondría el golpe de gracia que sumiría a EEUU, y por consiguiente a medio mundo, en una crisis sin solución que abriría las puertas a un nuevo panorama donde el PIB mundial bajaría hasta limites dificilmente asumibles por todos los ciudadanos para mantener un nivel de vida digno hasta que se regulase a la baja la situación desencadenada.

Aún así, los rivales políticos han utilizado esta maniobra para atacar a la administración presidencial, y gracias a esto, el debate dejará a un lado las cuestiones racionales, olvidando la opinión pública los datos que hemos analizado anteriormente, y basando su apoyo o crítica a esta medida unicamente por el color político con el que se identifiquen.

Yo, personalmente, estoy en contra de cualquier tipo de intervencionismo, y no por defender un sistema capitalista libre, sino porque no estoy de acuerdo con que sean los contribuyentes los que tengan que hacer frente con su dinero a los excesos de unos pocos directivos carentes de escrúpulos y sedientos de poder que, guiados por la ambición han provocado esta situación. Pero entiendo objetivamente que Obama, atendiendo a sus principios y responsabilidades como máximo gestor de EEUU, haya realizado esta operación para evitar un bloqueo que empeore aún más las cosas, y es por eso que dejo a un lado mis creencias ideológicas y entiendo que, a día de hoy, una quiebra de ese calibre nos hubiera afectado a todos directamente, siendo ahora mismo la mejor solución la intervención del Estado, con la intención de que cuando la crisis global empiece a desaparecer, esta situación sea revertida y la quiebra de esta gran empresa sea controlada y regulada para que provoque el menor impacto posible, pues no olvidemos que en un mundo globalizado como el actual, hechos así nos afectan a todos, principalmente a los trabajadores y a las clases más bajas.

Es por esto por lo que defiendo la racionalidad por encima de las ideologías, porque en algunos casos de extrema urgencia, hay que tener la conciencia y los valores morales para sacrificar ideas personales y buscar el bien generalizado de un país, aunque a priori la medida no sea populista ni aceptada, atendiendo a la responsabilidad que exige gobernar un país, porque es en esa situación cuando dejas de defender los intereses de unos pocos, para buscar el bienestar de todos independientemente de si te votaron o no.
Pero al fin y al cabo, es el tiempo el que califica las acciones como partidista o racionales, como negativas e interesadas o positivas y sacrificadas, y este análisis personal será con el tiempo acertado o equivocado.

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