SUEÑOS Y APOYOS

En la vida, los cimientos que deben regir el camino de una persona son dos elementos cruciales: los sueños, y los apoyos. Son dos elementos estrechamente ligados entre sí, en los que cualquier persona debe basar su vida con el objetivo de verlos realizados y asentados, para cuando miremos hacia atrás, una sensación de orgullo y felicidad nos haga sentir que la vida ha merecido la pena.

En política estos elementos se hacen más indispensables de lo que quizás lo sean en otros campos profesionales. El sueño de llegar a donde queremos, para cambiar las cosas, mejorarlas y mantenerlas, es la luz que debe alumbrar el camino de aquel que se lo proponga, buscando en lo más profundo de cada uno la fé y la creencia en uno mismo suficientes para no desfallecer en el intento de dar forma a ese sueño para el que algunos han dedicado sus vidas enteramente. Pero ese sueño, esa luz que seguir, es imposible de alcanzar si no es con unos apoyos firmes, solidarios y leales. No hablo de alianzas políticas, apoyos financieros, o el uso de influencias, hablo de apoyos verdaderos, de amigos, familia, y todo aquel que esté dispuesto a darte un empujón cuando más lo necesites, a dedicarte una palabra sincera, una sonrisa amable o un gesto tranquilizador cuando más lo necesites. Sin todo esto, es imposible hacer realidad el sueño de cambiarlo todo, porque esos apoyos a su vez son la fé que te va a mover, son el motivo por el que vas a luchar hasta el final, y son la causa por la que todo lo que hagas merecerá la pena por mucho sacrificio que suponga.

Hay numerosos mitos sobre todos aquellos que han llegado a la cima y las personas que los acompañaban, pero lo único cierto esque aquellos que son recordados por sus buenas acciones, sus grandes obras, y que han escrito con letras de oro sus nombres en los anales de la historia, son aquellos cuyo sueño estaba cimentado en el apoyo de sus seres queridos y más incondicionales, aquellos que basando la ilusión de su proyecto en esas personas y su bienestar, focalizaron su vida y sus objetivos en todo el mundo, dejando a un lado intereses particulares para generar a nivel global una ilusión que llenara a la ciudadanía de esperanza y fuerzas, porque es en la esperanza de la gente donde un líder de verdad encuentra la inspiración para sacar lo mejor de sí mismo y, con paso frente y decidido, acometer infranqueablemente la misión que el mismo ha creado, cuidado y trabajado.

Sin apoyos no hay ilusión, sin la ilusión no hay esperanza, sin la esperanza no hay sueños, y sin los sueños no hay nada. Un hombre no se hace así mismo, un hombre se hace por el apoyo de los demás.