viernes, 11 de diciembre de 2009

PROYECCIÓN POLÍTICA EN LA JUVENTUD

En pleno siglo XXI, donde las nuevas tecnologías están al alcance de todos, la sociedad de la información bombardea minuto a minuto con noticias de todas partes, y más fácil es para todos expresar su opinión públicamente, es dificilmente comprensible entender porque la juventud española se/nos aleja/mos de lo que se entiende como política, y todos los elementos, situaciones y contextos coyunturales que ésta abarca.

La opinión pública y las clases políticas pueden, y de hecho suelen, asociarlo a la falta de interés de la juventud, generalizando a todos los sectores que la componen. Es un argumento que, en ocasiones puntuales, puede resultar válido, pero antes deberían plantearse que medios o acciones llevan a cabo para evitar esta desidia colectiva y hasta que punto están dispuestos a trabajar para cambiar esta situación. Los jóvenes de hoy en día, vemos como escapan a nuestro alcance las grandes decisiones del día a día político. Nos hartamos de ver como influyen los sindicatos, las patronales, los lobbys o, sobre todo, los medios de comunicación, tienen una opinión con peso en la toma de decisiones, que si bien no es ejecutiva en la toma de medidas, pasa por ser determinante en la decisión final al suceso que acontezca en cada momento. Por el contrario, la juventud no tiene ese punto de importancia que, por proyección y "masa social" si debería, pues a pesar de que muchos lo olviden, los jóvenes de hoy somos el futuro, futuro que vamos a heredar sin haber tenido voz ni voto en su composición.

A la orden del día están leyes como la del aborto o la economía sostenible, sin que en ellas se recojan las inquietudes, peticiones o dudas de la mayoría de la juventud. En el Congreso debaten sobre salud y educación sexual sin preguntarnos a nosotros hasta que punto, como y en que medida queremos soluciones a estos problemas cuando es a nosotros al colectivo que más nos afecta. Los poderes políticos olvidan que el objetivo de toda medida debe ser satisfacer las necesidades del grupo al que van dirigidas las acciones legislativas o ejecutivas, alejandonos una y otra vez de la realidad política que nos afecta "pasivamente". Como en las mejores familias, en la juventud también hay de todo, pero lo que si tenemos nosotros a diferencia de otros grupos sociales, es el empuje suficiente para implicarnos con toda la fuerza a nuestro alcance, para llevar a cabo la empresa que se nos proponga, sea más o menos difícil.

Esto es la proyección política de la juventud actual, un encasillamiento conformista al que nos vemos sometidos constantemente por políticos de un lado y otro de la balanza. No voy a entrar ya en cuestiones que nos afectan y ni se mencionan, como puede ser el acceso a la primera vivienda, el primer trabajo, el primer coche, el primer hijo, etc.... Pero el mensaje está ahí: la juventud no "pasa" ni se aleja de la realidad política y sus actores, son los actores de ésta los que marginan y obvian a la juventud, acordandose de ella únicamente como instrumento electoral en las campañas, y votos nuevos y, no lo olviden, fundamentales, en las elecciones de turno.

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